Tras una nefasta temporada, el técnico Jorge Valdano pidió a Paco Roig en el verano de 1997 una casi total renovación del vestuario, y así fue. Tras el partido de ida con victoria 3-1 en Mestalla, y con el equipo en el puesto 11.º en liga tras trece jornadas, el técnico Luis Aragonés presentó su dimisión, con lo que el siguiente partido de liga fue dirigido por su segundo entrenador, José Manuel Rielo (en su tercera ocasión como entrenador provisional del primer equipo).