Según las posturas que han manifestado unos y otros, las opciones son la renovación o la venta. Sin embargo, en las últimas horas se ha apuntado una tercera vía: una renovación que incluya el pacto verbal de una venta el próximo verano, de forma que el futbolista salga cuando quiere (o al menos ha manifestado) y el club no deje de ingresar dinero por su salida. Nunca se rindió, nunca se desordenó el equipo de Zidane, sólido menos en los primeros 20 minutos de vendaval azulgrana.