Al año sufriría una baja sensible a mitad del campeonato, la partida de Moreno, considerado el mejor jugador del mundo en ese momento. Básicamente, es una representación de lo que fue River a lo largo de su historia y de la calidad de jugadores que tuvo. River se convierte nuevamente en campeón, destacándose en gran forma Ángel Labruna, el volante central Néstor Rossi y teniendo como capitán al arquero peruano José Soriano.