A partir de la explosión del marketing los patrocinadores solían comprar derechos para patrocinarlo todo, desde estadios hasta medias. Realmente nadie, por eso estos productos están algo más baratos: aún no han llegado los nuevos modelos de esta temporada y quedan los restos del año pasado, de los que hay que deshacerse cuanto antes. Los clubes más pequeños directamente tenían que pagarla, tal y como hacemos cada uno de nosotros.