José Roberto López falleció el 29 de noviembre de 1962 tras sufrir un paro cardíaco. La conducta ejemplar de José Roberto López siempre fue un sano espejo en los que los niños pudieron mirarse y de la que adquirieron conductas deportivas envidiables. Aún hoy en día «Lopecito», tal como cariñosamente se lo conocía, es recordado por todos aquellos que tuvieron el gusto y la suerte de conocerlo.