Lo mejor es confeccionar un presupuesto que permita conocer con exactitud los fondos de los que se dispone y repartirlo entre las prendas más necesarias. Los problemas pueden llegar al quedarte sin las prendas más atractivas o también por exceso, al adquirir más prendas de las que realmente eran necesarias. Dejarlo todo a lo que pueda ir surgiendo o a lo que se pueda necesitar en los últimos días antes de empezar el colegio es correr un gran riesgo.